Lo que podría ser un simple resfriado se nos ha convertido en un signo de reclusión, aunque afecte a todos por igual. Antes te miraban por la calle por ser atractivo, ahora por toser o sonarte los mocos. Siempre ha habido plagas de las que se ha salido, con más víctimas o menos, pero pandemias igualmente. La peste en la Edad Media dejó muchos muertos. La epidemia de gripe de principios del siglo XX mató a millones de personas y, ahora, no serán millones, pero sí miles. La ciencia ha avanzado y mucho.
Todos estamos viviendo un momento de ansiedad y preocupación y, por eso, tenemos que ser positivos y pensar que esto va a hacer que tengamos un antes y un después a nivel económico, social y personal. Va a cambiar mucho la forma de pensar y de ver la vida. Y algunos se van a dar cuenta de que lo que estaban haciendo hasta este momento no era vivir, sino mantenerse con vida.
Nos hemos dejado llevar por el día a día del trabajo y la rutina, buscando pruebas y teorías que avalen que lo estamos haciendo bien y evitando las que lo contradicen. Y ha tenido que venir el virus para hacernos ver que mucha gente está equivocada viviendo de esa manera y no dejando razonar a nuestro cerebro. Seguro que, a partir de ahora, nos preocuparemos más por el medio ambiente y el mantenimiento del planeta y cambiaremos nuestros comportamientos habituales por otros más adecuados.
Con el virus hemos contaminado menos las ciudades y hemos aprendido el slow life. “La vida crea condiciones que conducen a la vida.”
La vida crea condiciones que conducen a la vida
Lo que podría ser un simple resfriado se nos ha convertido en un signo de reclusión, aunque afecte a todos por igual. Antes te miraban por la calle por ser atractivo, ahora por toser o sonarte los mocos. Siempre ha habido plagas de las que se ha salido, con más víctimas o menos, pero pandemias igualmente. La peste en la Edad Media dejó muchos muertos. La epidemia de gripe de principios del siglo XX mató a millones de personas y, ahora, no serán millones, pero sí miles. La ciencia ha avanzado y mucho.
Todos estamos viviendo un momento de ansiedad y preocupación y, por eso, tenemos que ser positivos y pensar que esto va a hacer que tengamos un antes y un después a nivel económico, social y personal. Va a cambiar mucho la forma de pensar y de ver la vida. Y algunos se van a dar cuenta de que lo que estaban haciendo hasta este momento no era vivir, sino mantenerse con vida.
Nos hemos dejado llevar por el día a día del trabajo y la rutina, buscando pruebas y teorías que avalen que lo estamos haciendo bien y evitando las que lo contradicen.
Y ha tenido que venir el virus para hacernos ver que mucha gente está equivocada viviendo de esa manera y no dejando razonar a nuestro cerebro.
Seguro que, a partir de ahora, nos preocuparemos más por el medio ambiente y el mantenimiento del planeta y cambiaremos nuestros comportamientos habituales por otros más adecuados.
Con el virus hemos contaminado menos las ciudades y hemos aprendido el slow life.
“La vida crea condiciones que conducen a la vida.”
Imagen: Nuria Ferriol Martínez