Trimey se despide de momento , entramos en un periodo de relexión y de explorar otros ámbitos, cualquier emprendimiento requiere de mucho esfuerzo y toma de decisiones importantes, ahora toca rehacerse y quién sabe si nos volveremos a encontrar. Han sido tres años llenos de ilusión y esperanza… Hay muchas cosas que nos gustaría decir pero nos faltan las palabras , GRACIAS a todas nuestras seguidoras y fieles clientes que han confiado en nosotras y en la filosofía TRIMEY.
Todas las horas
Todas las horas son parte de la vida.
Si hay algo de lo que doy gracias a la edad es de que he aprendido de todo y he llegado a valorar incluso esos días en los que dices ¿puede salir algo peor?
Estás trabajando toda la mañana, y cuando no, alguna tarde, y llegas a tu casa y te dicen que si no hay nada de comer o que si siempre cenamos lo mismo o que no encuentran sus calcetines (siempre desaparecen, creo que se los traga la lavadora).
Y, encima, en tu trabajo estás regular, o has metido la pata con algo, o simplemente ves insoportables a la mayoría de tus compañeros o clientes, según donde desarrolles tu actividad laboral.
¡UFFF! Desearías morir o desaparecer una semana de tu entorno, ¿verdad? (me iría al Caribe).
Pues la vida no debe ser así, respira profundo 10 veces y, si no te has ahogado, piensa en el lado bueno de las cosas. Como dijo Eva Lencero en una charla a la que he asistido recientemente, si tienes enemigos, los tienes que ver como tus maestros y solo así cambiará la perspectiva con que se miran las cosas cotidianas.
Y, si todas las horas que vives son parte de tu vida, aprovecha estos momentos para irte con tu amiga disponible de viaje. O sal a cenar y ríete del mundo. O vete a la colina más alta de tu entorno, mira al cielo y piensa que todo pasa. Y rodéate de gente que te quiera porque es asombroso qué importante se vuelve el más leve reconocimiento cuando una se ha acostumbrado a ser ignorada en algunos momentos.
Si estas triste, solo ves lo malo. Antes de acostarte piensa en diez cosas buenas que te hayan pasado hace poco, que las hay, y, así, como dice Elsa Punset, sólo verás cosas buenas, o malas y buenas, pero posiblemente consigas estar menos triste.
Porque no vamos a pensar que todo es bueno y que siempre vamos a ser felices; el conjunto de nuestras horas vividas son experiencias que unas veces nos darán felicidad y otras son el camino hacia a esa felicidad, aunque no lleguemos a alcanzarla.
Nota: aunque hay que reconocer que a veces las cosas no son tan obscuras como las vemos nosotras. Pensemos que muchas veces son las MALDITAS HORMONAS.