Vestir mejor también es contaminar menos

Una buena conciencia acorde con la sostenibilidad del planeta implica deshacernos de todo lo que sobra para quedarnos con lo esencial. Siendo capaces de vivir con menos elementos y que estos sean más neutros, de calidad y verdaderamente necesarios.

Significa eliminar lo superfluo y quedarnos con lo importante.

El problema ambiental se acrecienta en la medida que aumenta el consumo de prendas textiles, y es que cada vez consumimos más cantidad de ropa y ésta cada vez dura menos en nuestros armarios. Por ejemplo, en España, más de 900.000 toneladas de residuos textiles acaban en los vertederos cada año, donde tardarán épocas en descomponerse o, en el peor de los casos, terminarán en el océano convertidas en microplásticos si se trata de un tejido sintético.

La industria textil es la segunda que más contamina nuestro planeta, solo por detrás de la petrolera. Entre los impactos ambientales que genera este tipo de industria se encuentran el vertido de aguas residuales con alta carga de sustancias químicas o la emisión de CO2 a la atmósfera como consecuencia de la energía utilizada en la fabricación.

Además, otro problema importante es el consumo de agua. Esto es debido a que el algodón, cultivo que se utiliza para la fabricación de muchas prendas de vestir, es intensivo en el consumo de agua.

Sin embargo, aunque el número de prendas que compramos aumenta cada año, también lo hace nuestra conciencia sobre su impacto. Cada vez es más frecuente encontrar en el mercado un gran número de productos que reflejan en sus etiquetas un compromiso con el medio ambiente. Son las denominadas ecoetiquetas.

En TRIMEY, todos nuestros productos son de tejidos y fibras naturales.

El Lyocell es una fibra celulosa natural, biodegradable y fuente de energía renovable. Su proceso productivo es medioambientalmente responsable. Este tejido absorbe bien la humedad según el medio donde se encuentre. La piel puede respirar y permanece seca.

Los tintes utilizados para la ilustración de la prenda son 100% naturales .

Las etiquetas que ponemos a las prendas son etiquetas realizadas con papel reciclado con semillas. Un producto que ha revolucionado la industria papelera sustituyendo el papel de usar y tirar por el papel de usar y plantar.
Fabricado a partir de fibras de algodón reutilizadas de la industria textil. 100% sostenible, sin productos químicos ni sustancias agresivas. La magia reside en que tiene semillas en su composición, lo que permite plantarlo tras su uso. Una vez hayas retirado la etiqueta de la prenda, la debes mojar, y cuando el agua entre en contacto con el papel de semillas, se activará la germinación de las mismas y en muy pocos días la etiqueta se convertirá en una planta.

Cómo plantar las etiquetas de papel 100% ecológico-biodegradable (contienen semillas de manzanilla):

• Llena una maceta con tierra húmeda. Trocea el papel y entiérralo a 1 cm. de profundidad. Riega con frecuencia. Es muy IMPORTANTE que el papel permanezca siempre húmedo. Mantenlo en un lugar cálido. Aconsejamos hacer germinar a resguardo. En una semana, ¡lo verás florecer!
• Para controlar el proceso de germinación y evitar que el papel no se seque puedes activar primeramente las semillas en agua: sumerge primeramente el papel en un recipiente con agua (2 cm. aproximadamente). Cuando empiece a germinar, trasplántalo a un macetero con tierra.

Como consumidores, lo mejor que podemos hacer por el medio ambiente es reconocer estas etiquetas, comprar menos y cuidar un poco más la ropa, de manera que prolonguemos su vida útil. De hecho, según datos del grupo WRAP, extendiendo el uso de la ropa durante nueve meses más estaríamos reduciendo nuestro impacto ambiental entre un 20 y un 30%. Este estilo de vida va en perfecta sintonía con la moda sostenible y el movimiento slow. Cada vez somos más personas comprometidas con el consumo consciente y el apoyo al comercio local.

Todas nuestras camisas se han confeccionado en España, estamos a favor del empleo sostenible y la producción local.