Trimey se despide de momento , entramos en un periodo de relexión y de explorar otros ámbitos, cualquier emprendimiento requiere de mucho esfuerzo y toma de decisiones importantes, ahora toca rehacerse y quién sabe si nos volveremos a encontrar. Han sido tres años llenos de ilusión y esperanza… Hay muchas cosas que nos gustaría decir pero nos faltan las palabras , GRACIAS a todas nuestras seguidoras y fieles clientes que han confiado en nosotras y en la filosofía TRIMEY.
Patios de vecinos
A punto estamos de celebrar el final de los patios de vecindad y, de repente, han resurgido de sus cenizas. Aunque ahora no son patios, sino balcones.
Ya nadie habla ni conoce a su vecino más próximo, ni que hablar del de otra planta.
Nos comunicamos por email o whatssap, ya sea entre amigos o con la familia. Felicitamos con el móvil, quedamos, pedimos cita, enviamos recuerdos… todos conectados a cualquier hora, pero sin contacto físico.
Y ahora, para colmo, viene el Covid-19 y no nos deja rozarnos, tocarnos, besarnos y nos aísla más de lo que ya estábamos. Y, encima, nos sorprendemos. ¿Qué es lo qué echas de menos? los besos y contactos o las cenas con los amigos…
No sabemos quién lo ha creado. Los chinos o cualquier laboratorio interesado en crear el antiviral, aunque los más religiosos piensan que lo ha enviado Dios para que reflexionemos.
En fin, sea quien sea ¡¡Lo ha conseguido!!
Los vecinos se están conociendo y lo hacen gracias al confinamiento obligatorio, el del sexto no sabía que el del cuarto tocaba el violín, que la del tercero está todo el día fumando y que el del primero debe ser entrenador personal. No podrán salir a cenar, pero sí a hablar de balcón a balcón, aunque sea a gritos. Seguro que, a partir de ahora, se saludarán y quedarán para cenar o celebrar el fin de la reclusión.
Imagen: Sol Calero